miércoles, 14 de enero de 2015

Me siento molesta, decepcionada, triste y rabiosa.

¿Dos entradas con tan poca diferencia de tiempo? Y es que de alguna manera deberé desquitarme y sacar toda esa rabia que llevo acumulada. Una rabia que no deja de creer y que hace que me pregunte ¿a quién he mirado yo tan mal para que no me salga nada bien?

Y es que parecía que las navidades me habían traído el mejor regalo que podía pedir en un momento como es en el que estoy - parada -. 

Después de algunas semanas (o meses) buscando un destino para irme al extranjero y así poder aprender inglés, lo había conseguido!! Fueron muchas horas de conversaciones en inglés con familias a lo largo y ancho de todo Reino Unido e Irlanda y finalmente apareció. Y así es como con el miedo en el cuerpo y sin saber muy bien me dije: "Tú puedes hacerlo. ¡A por todas!" y acepté irme a un pequeño pueblo al sur de Irlanda.

 Ilusionada, se lo comuniqué a todos mis familiares y a mis amigos; comencé a hacer mis planes de lo que tenía que hacer antes de irme, qué comprar, cuándo volvería (tenía los billetes de avión ya mirados), cuando haría los exámenes que debo hacer (hablé con mi profesora), empecé a practicar la comida que iba a hacer... Ha sido más de una semana maravillosa, en la que yo ya me veía por los verdes paisajes de Irlanda. Y ya está. Después de una semana van y me dicen que no pueden acogerme, que no me necesitan.

¿Y mis planes? ¿Y todo lo que había cancelado y ya no creo que pueda recuperar? ¿Y mis ilusiones? ¿ Y mi aprendizaje? Todo eso a la mierda! 

Soy la lechera del cuento en versión Au pair. #TocadaYHundida

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